La publicación “La Luz de la Memoria”, en formato impreso y digital, fue presentada en el Museo Nacional de Arte (MNA), con la presencia de autoridades nacionales.
El escrito acompaña la exposición homónima, que muestra diversos aspectos de las represiones ocurridas durante los gobiernos de la dictadura en Bolivia.
El alcalde Luis Revilla acompañó este acto, presentando la obra.
“La recuperación del estado de derecho en Bolivia, que este 2012 cumple 30 años, encuentra a las nuevas generaciones desprovistas de los antecedentes vivenciales directos de los ominosos hechos que oscurecieron la vida nacional en sucesivos sistemas de facto.”
“Esta distancia de aquellos tiempos aciagos conduce a ignorar el peligro siempre latente de reproducción de esos regímenes o sus características antidemocráticas, aun en el caso de gobiernos democráticamente elegidos.”
“Consecuentemente, el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz se adhiere a esta iniciativa, que busca mantener viva la memoria colectiva, echando luces sobre la injusticia, la opresión y el terrorismo de Estado.”
“Los gérmenes de la dictadura no han desaparecido en nuestros países, de ahí que recobrar la conciencia
sobre sus peligros continúa siendo altamente necesario.”
Asimismo, resaltó el aporte y sacrificio realizados por los mártires de la democracia: “Es nuestro deber recordarlos para defender sin desmayos la libertad, la pluralidad y la transparencia, así como para evitar el despotismo.”
Por su parte, Edgar Arandia, director del MNA, expresa:
“La memoria, como una fotografía de familia, carga con nuestra identidad y los recuerdos que heredamos de nuestros antepasados…pero están prontos a emerger del polvo del tiempo pasado a la luz del presente, solo requerimos el detonante del recuerdo doloroso para devolverlos a la vida”, “Memoria y olvido se autoregulan y producen memorias colectivas que se desplazan a través de la trasmisión, reflexión y la reminiscencia. Es la reconstrucción del pasado desde el presente.”
“La idea nació en las aulas universitarias, al conversar con los jóvenes que ignoraban un pasado reciente; al compartir con los políticos de las nuevas generaciones que pensaban que la democracia estaba servida en mesa limpia y no tapizada de sangre, luto y dolor de hombres y mujeres de Bolivia y el mundo que empuñaron sus utopías para sentir el gusto terrible de la justicia. Es para ellos y nuestros hijos esta luz con la que alumbraremos esta historia oscura”, concluyó Arandia.
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