miércoles, 19 de septiembre de 2012

Shakespeare de Charcas refleja luchas de poder

La obra, a través de una familia y un personaje, reflexiona sobre hechos históricos cubiertos de sangre.

La obra teatral Shakespeare de Charcas. Apolíticas consideraciones sobre el nacionalismo Vol.II, refleja las luchas de poder a través de una mirada boliviana sobre Ricardo III, pieza escrita por el emblemático William Shakespeare.
La pieza es un trabajo de la compañía Textos que Migran y se presentará, en calidad de estreno, del 4 al 7 de octubre, a las 20.00, en el Teatro Alcides D´orbigny del Colegio Franco Boliviano (avenida Francia, esquina calle 10 de Achumani)
Las entradas costarán 70, 50 y 30 bolivianos, según la ubicación.
LA HISTORIA DE RICARDO III, EN CHARCAS. Shakespeare de Charcas es una representación escénica donde se cruzan dos historias: la de Ricardo III y la de la guerra de la independencia en la Real Audiencia de Charcas.
El dossier indica que en el texto original de Shakespeare, Ricardo III, quien creció y se formó durante la Guerra de las Rosas (Inglaterra, entre 1455 y 1485), es un clásico hombre hecho para la guerra: feo y deformado físicamente, temido, pero nunca amado.
En la versión del grupo teatral Textos que Migran, Ricardo -el personaje- no es deforme físicamente, sino de carácter. Nacido en Charcas, creció y se formó en las guerras de la independencia. Es un criollo con ideas revolucionarias, siempre menospreciado y utilizado como un peón, pero determinado a tomar el poder.
En relación a este personaje, Pedro Grossman, actor que interpreta a Ricardo III, afirma: “Ricardo detenta el poder, ejecuta los crímenes, planea cómo llegar al trono y lo logra a costa de mucha sangre, tal y como sucede en la historia de muchos países, historia repleta de sangre y muerte, todo por poder”.
LA FAMILIA COMO UNA METÁFORA. Percy Jiménez, director y dramaturgo de la obra, afirma que la pieza de Shakespeare tiene ejes equivalentes a los que se utilizaron en la puesta de Los B. Apolíticas consideraciones del nacionalismo Vol.I, donde existe una familia implicada.
Al respecto, Jiménez dice: “En la versión original la lucha se realiza entre los Lancaster y los York, que vienen de un tatarabuelo que es Henry Plantagenet, entonces también hablamos de una estirpe (...). La idea es utilizar a la familia como una metáfora para hablar de un todo más grande”.

“Shakespeare de Charcas es una propuesta que contiene humor negro, sarcástico y oscuro. Es como reírse de las peores partes que tenemos los seres humanos”.

Percy Jiménez / DIRECTOR Y DRAMATURGO

Dramaturgia y actuación en la puesta. Jiménez señala que no modificó el lenguaje de la traducción que utilizó para trabajar a Shakespeare, sin embargo potenció ciertas líneas para hablar sobre el resentimiento y falta de autoestima de los bolivianos:
“La dramaturgia eleva el volumen de ese tipo de cosas que son parte de lo que me interesaba”. En la labor actoral, indica que se tomó el camino de “ir a profundidad para encontrar las contradicciones que movilizan a los personajes”.

Ficha técnica

REPARTO: Pedro Grossman (Ricardo), Roberto Barbery (Buckingham), Gory Patiño ( Hastings, Escribano), Enrique Gorena (Catesby), Mauricio Toledo (Clarence, York, Arzobispo), Teresa Dal Pero (Margarita), Patricia García (Duquesa), Paola Oña (Isabel) y Viola Vento (Ana).

Equipo: Carlos Piñeiro y Juan Ignacio Revollo (escenografía y objetos); Kantay Melgarejo (vestuario y maquillaje), Daniela Cajías (foto fija, video e iluminación), Alejandro Rivas
(diseño sonoro y música), José Manuel Zuleta (diseño gráfico); Alejandro Loayza (fotografía para diseño), Mariana Vargas
(difusión y prensa); Deborah Howson (asistencia de dirección) y Matías cuéllar y Maque Pereyra (colaboradores).
La producción: Es una coproducción de Universal Brokers, que cuenta con el auspicio del Ministerio de Culturas, Hivos, People unlimited y Edobol. También, cuenta con el apoyo del Instituto Franco Boliviano para la Educación, Utopos, la Fundación Orquesta Sinfónica Nacional, Alma Films y DPI.





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