domingo, 19 de mayo de 2013

10 años del extinto Taller de Teatro Socavón

Con un grupo de adolescentes, un día del mes de mayo de 2003, Sebastián Sandoval Luksic, inició una travesía artística de valor y perseverancia, al crear su Taller de Teatro "Socavón", Sin pensar que su pequeño ideal, le traería a Oruro grandes logros a nivel nacional.

El cura Siervo de María nacido en un viejo pueblo chileno, llamado Purranque, decidió abrir las puertas de su comunidad religiosa y la del Santuario del Socavón a jóvenes que quisieron cultivar el arte del teatro, de manera disciplinada y diferente.

Su idea fue adaptar óperas del repertorio mundial y mostrarlas a nivel teatral, usando la música y libretos originales acompañado de una escenografía rica en elementos con material reciclable y un vestuario de siglos atrás. ¡Una idea titánica!

Pero la idea surtió. Junto a estudiantes de algunas unidades educativas que los empezó a disciplinar en un arte nuevo. Cada martes y jueves los congregaba en el Salón de Actos del Colegio Socavón. Compraba algunos refrescos, traía panes y empezaba a dictar su taller de 7 a 9 de la noche.

17 jóvenes empezaron a armar de a poco la primera obra del Taller de Teatro: "El elixir de amor" de Gaetano Donizzetti. ¿Qué es eso?, preguntaban algunos orureños, pues por primera vez habían escuchado el nombre de la famosa ópera ligera del italiano compositor.

Con pocas esperanzas algunos amigos del Padre Sebastián veían los ensayos de esta obra, pues creían que una música desconocida, con palabras muy rebuscadas y un vestuario que costaría conseguir, serían los obstáculos que no dejarían que el Taller de Teatro surja. Aún así Sandoval siguió sus ensayos con mucha más exigencia para sus cuasi actores.

Es así que a finales del mes de octubre de 2003, se realizó el primer ensayo general en el colegio Socavón.

La expectativa fue grande así como el nerviosismo, pero al final de la representación no cupo duda que esta nueva propuesta de teatro, se convertiría en el ícono orureño en este tipo de arte.

Se consiguió tener la primera presentación oficial. Fue en el Concurso Intercolegial de Teatro organizado por "Arlequín" Producciones, compitiendo con varios colegios. El taller se presentó como último grupo concursante a las 23 horas, ante un jurado exhausto y un público venido a menos, el teatro "Socavón" logró conseguir el primer lugar del concurso.

Al día siguiente el matutino "LA PATRIA"; en su sector cultural; calificaba la presentación con este titular "Renace el teatro orureño con elixir de amor" aplaudiendo y elogiando el nivel actoral de los integrantes del Taller.

Desde ese día el éxito estaba preparado para el Taller de Teatro.

Al año siguiente se participó nuevamente en el Concurso Intercolegial con la obra "El Barbero de Sevilla" del famoso compositor Gioacchino Rossini, obteniendo nuevamente el primer lugar así como el premio del mejor director y del mejor actor. Al ver el éxito de esta nueva obra, La Oficialía Mayor de Cultura auspicia un fin de semana de presentaciones cautivando al público orureño.

Los colegios Bethania, Magdalena Postel y Sebastián Pagador son los siguientes públicos que se fascinan con la obra y se recibe invitaciones para actuar en los municipios de Challapata y Machacamarca.

Sebastián Sandoval ya no sólo es buscado para oficiar servicios religiosos, es invitado para ser jurado en concursos de teatro y a dar seminarios en la Escuela Superior de Maestros.

Y llega la primera invitación de viaje al interior. El Colegio Santa Ana de Tupiza, invita al Taller de presentarse en su centenario de creación y mostrar al famoso "Barbero". Fue en agosto de 2004.

El elenco se presentó en la ciudad sureña de Potosí con más de 25 jóvenes del Colegio Socavón, Simón Bolívar, Donato Vásquez y Bolivia Japón, entre otros jóvenes universitarios que eran ayudantes de equipo técnico.

En septiembre de ese mismo año se recibe la invitación a viajar al 11º Festival Internacional de la Cultura en Sucre para presentar al "Barbero". Las dos grandes presentaciones se realizaron en el colonial teatro "Gran Mariscal" y el Salón "Santa Mónica". El 2005, cuando se creía que el "Barbero de Sevilla" ya había terminado su temporada y con una nueva obra a punto de estrenar; y después de haber pasado su primera crisis; porque existieron unos malos entendidos entre los actores que terminó con el alejamiento de más de la mitad del elenco; reciben la invitación para el Premio Nacional de Teatro "Peter Travesí" en Cochabamba y llevar la obra de Rossini a presentarse por última vez.

Ese año se estrena "Rigoletto" de Giuseppe Verdi, la primera obra dramática del Taller que no tuvo gran éxito por ser una obra bastante seria y algo pesada.

A finales de ese año se estrena "La Cenicienta" nuevamente de Rossini y que logró otra vez el éxito en la ciudad. Presentada en la Casa de la Cultura, El Cine "Gran Rex" y en el Paraninfo Universitario, "La Cenicienta" fue la obra que mayor utilería usó entre carros, biombos y hasta un caballo.

Nuevamente se aventuró el Padre Sebastián con una obra dramática y esta vez con un compositor francés, Charles Gounod y su famosa obra "Fausto".

El 2006, el Taller de Teatro Socavón, pone su última obra en escena. Siguiendo la línea dramática estrena "Nabucco" de Verdi. Una obra dedicada a los judíos que fueron esclavizados por el rey Nabucodonosor de Babilonia.

Esta obra abrió un diálogo con la comunidad judía de Bolivia. Por primera vez un rabino judío y un fraile católico intercambian ideas para enriquecer la obra teatral. Con esta obra, el Taller de Teatro logra su primera gira internacional, llegando hasta Santiago de Chile en una gira inédita.

Llegó una decisión de los priores de los Siervos de María donde se comunicaba que el Padre Sebastián sería cambiado de comunidad y con esa noticia, llegó el fin del Taller de Teatro Socavón.

Así concluyó una de las historias más ricas en la cultura e historia teatral de Oruro, una historia nacida en el Santuario del Socavón e impulsada por los Siervos de María.

¿Por qué cautivó el Taller de Teatro Socavón? La respuesta surge innata: su música selecta, sus libretos su vestuario propio de los siglos XVII y XVIII, su luminotecnia y efectos especiales, en fin. El Taller era un teatro completo.

A 10 años de esa aventura aún se sueña que esos adolescentes actores, ahora jóvenes, y adultos, puedan tener un rencuentro y brillar nuevamente en los escenarios de Oruro.

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