Este año, el teatro en Bolivia gozó de una excelente variedad de puestas en escena. Una de ellas fue Excepciones: 12 reglas del amor, dirigida por Eduardo Calla, calificada como una de las mejores obras del año por tres críticos y tres directores de espacios culturales consultados por Página Siete.
"Excepciones... fue una extraordinaria producción donde participó el 80% de los creadores del país, fue casi como un festival de piezas cortas de teatro. Había actores, directores, productores de teatro, de cine y de audiovisual. Fue el evento más novedoso y de mayor impacto del teatro local”, dijo Carlos Cordero, crítico de teatro.
El experto agregó también que lo extraordinario de ese trabajo fue que los directores, actores y productores tenían distintos roles y trabajaban cooperativamente. "Fue el hecho teatral más extraordinario que recuerde de los últimos 30 años”, afirmó.
Con una mirada similar, el crítico y director de la Escuela de Espectadores, Omar Rocha, calificó la obra como una buena y una de las grandes producciones teatrales de este año.
"Excepciones... fue un experimento interesante que juntó a muchos directores en torno a una obra y el tema general era el amor. Fue interesante como propuesta y lo más osado del año. Pero también tuvo, desde mi perspectiva, sus falencias, no logró una unidad”, indicó Rocha.
Al respecto, Cristian Mercado, quien dirige el espacio El Desnivel y participa en la obra, comentó que estaba muy contento con el resultado de la propuesta.
"La obra ha ido bastante bien. Excepciones... fue uno de los puntos especiales de las producciones teatrales de este año. Fue una propuesta arriesgada, pero estoy muy contento con el monólogo en el que actué”, dijo Mercado.
Además de Excepciones..., los críticos también destacaron Drácula, dirigida por Wara Cajías.
"Drácula, que es más o menos lo que habían hecho en 2013 con La Ratonera, el mismo formato de radioteatro. Fue interesante, aunque como ya no era tanta novedad, no fue tan sorpresivo, pero igual ese es un lindo trabajo que tiene futuro”, aseguró Rocha.
Mónica Velásquez, también de la Escuela de Espectadores, aseguró que la pieza tiene una propuesta solvente. "Me quedo con Drácula, por el formato, por la solvencia de una propuesta que, a pesar de irregularidades actorales, logró sostenerse como propuesta”, sostuvo.
Asimismo, este año se destacaron dos obras escritas por Camila Urioste: El Pacto, dirigida por Fernando Arze, que tuvo varias reposiciones, y El cuerpo, dirigida por Cristian Mercado y estrenada en septiembre.
"La obra de Urioste llenó el teatro, teniendo en cuenta que no se presentó como parte de un festival. Es una obra que llama mucho a la gente”, indicó Luis Daniel Iturralde, director del Teatro Nuna.
Urioste aseguró estar muy contenta con la respuesta del público ante su obra. "El trabajo fue genial y lindo. El público reaccionó de manera interesante, porque la prostitución y la trata y tráfico de personas son aspectos delicados y controversiales. Tratamos esos temas con humor”, aseguró.
Alexis Maceda, encargada de programación de El Búnker, comentó que la obra que más llenó el espacio fue For Export, dirigida por Toto Torres.
"Tuvimos una temporada larga con Teatro Fuego y la obra For Export, de Torres, fue la que tuvo siempre más público”, dijo. Añadió que Khimaira Teatro estrenó la premiada La forma del agua, dirigida por Gino Ostuni, en ese espacio y también tuvo buena recepción del público. Contó que en el Teatro Nuna la obra con más público fue True West, dirigida por Cristian Mercado.
Finalmente, en El Desnivel, las obras más exitosas del año y que llenaron la sala fueron El cuerpo y Raros, dirigida por Paola Oña, indicó Mercado, gestor del espacio.
Punto de vista
carlos cordero Pedagogo teatral
" Me pareció extraordinario”
Excepciones, 12 reglas del amor fue absolutamente inédito, pero además muy conmovedor por la rotación de roles, el trabajo cooperativo, la creatividad y el esfuerzo que tuvieron que hacer los creadores teatrales.
Aquello no tiene parangón con otras producciones, porque en otras, está la pieza, el guión; en cambio, en esa obra eran guiones o textos propios, originales. Además, un director (Eduardo Calla), luego era actor, después era ayudante de escena, todo un trabajo.
La esencia del teatro, sobre todo, como comunidad de creación, se mostró en ese trabajo, que me pareció extraordinario.
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