lunes, 17 de abril de 2017

El Gran Mariscal, el escenario mayor del arte en Sucre



Majestuoso e impávido se erige desde inicios del siglo pasado, el teatro Gran Mariscal, ocupando una cuadra entera que flanquea la plaza Libertad. Pero pese a que desde su concepción sufrió varios cambios, este escenario aún requiere mejoras en su disposición de espacios, de manera que lo conviertan en un centro cultural, más que en una infraestructura que forma parte de la imagen patrimonial de Sucre.

Este edificio alberga más o menos 150 actividades al año y considerando que por día usado se cobra como mínimo –es decir sólo por el espacio, sin luces ni sonido– Bs 3.000, genera al menos Bs 450 mil anualmente, un ingreso nada despreciable para las arcas de la Universidad San Francisco Xavier, para corresponder al alquiler de una sola infraestructura que dentro de dos semanas será sometida al tratamiento completo de su fachada y hasta fin de año podría contar con espacios de ocio como parte de su oferta.

Una cafetería, una librería, un restaurante, una tienda de suvenires y un espacio permanente para la exposición de pinturas o fotografías son parte del proyecto que se pretende implementar en el teatro hasta antes de que termine el año. Todos los espacios en busca de despertar al gigante que sólo abre sus puertas cuando su escenario se alquila para actividades culturales o, incluso, actos de unidades educativas.

“La idea surge de la necesidad de que en Sucre hace falta promover el arte y no se puede generar ciencia si no generas arte. El teatro Gran Mariscal es un teatro que está dormido gran parte del tiempo, en otros países del mundo los teatros son usados a plenitud como el teatro Colón en Buenos Aires”, comenta uno de los impulsores del proyecto, Daniel Kiriguín.

El proyecto incluiría esos servicios en el foallé bajo y alto (parte del ingreso al teatro) donde se podría tener exposiciones itinerantes de artistas y en la librería se ofertarían producciones nacionales y locales, además de las que son parte de la Universidad.

Aunque la idea que se gestiona con el Vicerrectorado de la casa de estudios superiores todavía no cuenta con un presupuesto para su implementación, se espera el visto bueno en la asignación de recursos ya que el proyecto será autosustentable, según el impulsor.

¿Y PARA LOS ACTORES CULTURALES?

Si bien el proyecto promoverá las producciones artísticas de Sucre y el consumo de ellas como una vitrina cultural parte de una opción turística, para algunos actores culturales es importante que también se invierta en mejorar los servicios que ya ofrece y la calidad humana de las personas que son parte del lugar para difundir la imagen del teatro, la Universidad y la ciudad.

Además de que el costo es muchas veces inaccesible para algunos artistas, pese a que puedan contar con auspicios o reducciones, los actores culturales piden que constantemente se implementen más elementos que ayuden a que el lugar destaque aún más.

“Yo creo que de los escenarios más hermosos en Sucre, es el Mariscal, en el tema de la gestión del mismo, el costo sí es una gestión independiente. Son cosas con las que tropezamos al momento de requerir este espacio. Es apto para música, danza, teatro, además de gran escala para eventos internacionales, nacionales y locales, pero su accesibilidad es importante definirla en pro del artista joven sucrense que además de que hace autogestión para promocionar su propio material, obtener ese espacio es vital para incluso mejorar la calidad de eventos locales”, comenta la cantante Carla Arancibia.

“Creo que acotar que debe ser más trabajada su imagen, es bueno, el teatro es mágico, debemos dotarle de buenas luces, buen sonido, buen servicio higiénico, tramoyas y creo que es importante que este técnicamente equipado”, complementa.

El administrador del teatro, Víctor Quevedo, asegura que los servicios del teatro se optimizaron desde que el año pasado se implementaron equipos de luces y sonido que ahora se alquilan conjuntamente el lugar, y con la implementación de una cabina de sonido adecuada para atender los requerimientos de los organizadores de eventos y los artistas en general, aunque estos últimos tienen reparos sobre cuánto realmente responde a sus necesidades.

“Es un equipo de última generación y sistema de luces, lo que no había antes. También se aumentaron varales, antes había simplemente dos varales donde se colocan las escenografías y había que sacar uno y poner otro, ahora hay ocho”, afirma Quevedo.

El teatro cuenta además con una cabina de sonido fija que fue instalada por ingenieros de sonido, destaca Quevedo quien asegura además que el escenario está disponible para la población que lo requiera, incluyendo los ensayos, porque afirma que cuenta con personal “reducido, pero suficiente” para atender la demanda del lugar.

Para el encargado del Ballet Municipal de Sucre, Ivo Andrés Ibáñez, uno de los elencos con mayor trayectoria en la Capital, es “un placer poder pisar esas tablas que son referente a nivel nacional”, por la “mística y la magia” que envuelve al escenario, pero que lamentablemente las condiciones técnicas no lo acompañan.

Asegura que pese a que el lugar tiene equipo de sonido y de luces, los artistas deben alquilar otros servicios para ofrecer un espectáculo de calidad ya que no se tienen las condiciones técnicas adecuadas.

“Al implementar (los equipos de sonido y luces) de cierta forma incluso nos han perjudicado porque debemos alquilar el teatro, alquilamos el sonido y las luces y aparte debemos costear con otro servicio para que el espectáculo sea acorde a lo que necesitamos”, explica.

–“¿Y les obligan a alquilar sus equipos?”– “Sí nos obligan a pagar”.

Andrés Ibáñez incide en que por el diseño y estructura del teatro es importante que se haga un estudio adecuado sobre el tipo de luces y sonido que se debe implementar y cómo debe hacerse ese trabajo.

“Se debe replantear la posibilidad de adaptar nuevas torretas o barras de luces fuera de escena y rehabilitar la fosa para ver si se recupera algo de acústica; es un teatro hermoso, pero la ausencia de elementos técnicos no le ayuda”, complementa, Alejandro “Pacho” González, artista de teatro, quien explica que la acústica es lo que permite que el público escuche fácilmente lo que los actores en escena dicen, pero que en el caso del Gran Mariscal, “es muy mala”.

Y es que –detalla– responde a estructuras como el foso que a menudo se encuentra tapado, y a una concha acústica que al parecer habría sido sacada, aunque sobre esto último aclara que no tiene certezas.

Ya en el área de disposición de espacios previos a la puesta en escena, Andrés Ibáñez afirma que se necesitan salines de ensayo para que los artistas puedan practicar antes de presentarse, además de camerinos apropiados para que los artistas se cambien y maquillen.

“Siempre vimos necesario tener camerinos óptimos que cumplan con necesidades técnicas como espejos, mobiliario para cambio de ropa; salones de ensayo también necesitamos, en los camerinos se nos limita un poco eso por el tema de espacio”, cierra.

CAMBIOS Y CALIDAD DE PERSONAL

Sin embargo, la calidad humana del personal que trabaja en la administración del lugar es también observada por algunos actores culturales que incluso contaron que alguna vez vieron que cuando se dejaban materiales para usar otros días en eventos de largo aliento, incluso se encontraron cajas abiertas. “Creo que es importante el respeto hacia la gente que deposita su confianza en ellos por creer en su institucionalidad”, recomienda uno de los actores culturales de la ciudad que prefiere no dar su nombre.

Quevedo asegura que el personal trabaja adecuadamente incluso durante los fines de semana en los que muchas veces las presentaciones teatrales o musicales se intensifican.

EL ESCENARIO

Desde la Administración del Teatro, una de las obras que se espera concretar pronto es el cambio por completo de las butacas y el de la madera del escenario, hecho de machimbre.

“Lo que queremos es que se cambie todo del escenario que significa también un costo y depende de las autoridades para que nos ayuden. Evidentemente lo mantenemos, pero ya cumple su ciclo de vida”.

Respecto al cambio de butacas, Quevedo afirma que ya presentó un proyecto para que eso se financie a través del proyecto Sucre Ciudad Universitaria, pero que aún espera una respuesta.

“El piso de madera es óptimo para nosotros (bailarines), debe estar cepillado y no encerado, liso. Considero que lo mantienen de madera adecuada, pero que siempre necesita refacción porque hay algunas partes astilladas por el uso”, comenta sobre el tema el Encargado del Ballet Municipal.

Actualmente el teatro, además de ser escenario de eventos culturales, cívicos e institucionales, acoge en sus ambientes a distintos talleres de la Universidad, en los que se desarrollan talentos en el dibujo, el baile, la música y más; que lo hacen un espacio emblemático que pese a sus años de vida, aún necesita pulirse.

Breve reseña

El teatro Gran Mariscal Sucre fue construido en su primera fase por encargo de los príncipes de La Glorieta, Francisco y Clotilde de Argandoña.

La construcción del teatro se realizó en diferentes etapas, siguiendo el criterio general del Teatro Clásico de Herradura, muy en boga en el siglo XIX.

Actualmente este espacio cuenta con un escenario mayor, una platea, dos pisos de palcos, un piso de anfiteatro, una galería y un palco oficial, según documentos recabados en la Administración del Teatro Gran Mariscal.

Requerimientos

Ivo Andrés Ibáñez

BALLET MUNICIPAL

“Al implementar (los equipos de sonido y luces) de cierta forma incluso nos han perjudicado porque debemos alquilar el teatro, alquilamos el sonido y las luces, y aparte debemos costear con otro servicio para que el espectáculo sea acorde a lo que necesitamos".

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